lunes, 14 de noviembre de 2016
miércoles, 2 de noviembre de 2016
COMPLETA LAS ACTIVIDADES
PRACTICA Y APRENDE:
Lee el
siguiente texto y señala que género y qué número tienen los sustantivos
subrayados:
Grasie es una gata muy
perezosa. Todos los días se sienta en su cama hasta
que su amo le lleva el desayuno. Mientras comía sus cereales,
grasie se hizo daño en una de sus patas y se enfadó porque
el viernes tenía una fiesta con su amigo
el ratón y un ciempiés que vivía en el jardín.
Pero como era lunes, grasie decidió no hacer ejercicio para
mejorarse y poder acudir a la fiesta de los animales del barrio.
___________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
Completa con
la respuesta correcta:
Emisor, Receptor,
Mensaje, Panel, Contexto Canal, Código y Entrevista
1
_____________________________Es
la acción de desarrollar una charla con una o más personas con el objetivo de
hablar sobre ciertos temas y con un fin determinado).
2 _______________________________
la persona cual quiere comunicar algo y envía el mensaje.
3 ________________________________persona cual
recibe el mensaje.
4 _______________________________ lo que se
comunica, el contenido de la información. Es una discusión informal, realizada por un grupo de
especialistas o “expertos”, para analizar los diferentes aspectos de un tema,
aclarar controversias o tratar de resolver problemas de su interés.
5 ________________________________ Alguna realidad
común para el emisor y receptor.
6 _______________________________ el
lenguaje común para los dos: receptor y emitente.
7 ______________________________ la
forma cómo se están comunicando: escrita u oral, audio o video, entre otros.
Completa con pronombres
personales:
Sé sincero _______ como lo fui ________
_____________ no lo sabe, pero __________ debe
una explicación.
Aquí no hay quien _____________ aclare.
A mis amigos _______ gustan tanto mis chistes que ______
tengo que contar uno cada día.
Hable __________ primero, por favor; ______________
escucharemos.
Busca en el
diccionario los siguientes sustantivos colectivos y forma una oración con cada
uno de ellos:
BANDADA:
DRENAJE:
LEGISLACIÓN:
HEMEROTECA:
DRENAJE:
LEGISLACIÓN:
HEMEROTECA:
RONDALLA:
Lee el siguiente texto:
Había una vez
una tortuga que se sentía diferente, todas eran de color verdes y ella era
blanca.
Todos los
días cuando se acostaba se sentía triste porque su color no era igual que el de
todas las demás.
Una vez
estuvo machacando hojas verdes, y con el líquido se pintó, se miró al espejo y
se sintió feliz, pero esa misma noche empezó a llover, se le fue la pintura y
se quedó otra vez blanca
Al final del
verano todas las tortugas volvían al mar, tenían que atravesar una gran playa
ancha con arena blanca como la nieve.
Mientras
caminaba despacio y maldiciendo otra vez su color que la hacía diferente a las
demás, oyó un gran ruido, eran chillidos que venían del cielo.
Miró hacía
arriba y enseguida distinguió a miles de águilas tortugueras, que se llamaban
así por su afición a comer tortugas.
Le entró
mucho miedo y metiendo la cabeza y las patas dentro del caparazón se quedó muy
quieta.
Cuando dejó
de oír chillidos, sacó la cabeza, y vio que no quedaba ninguna tortuga, todas
se las habían llevado las águilas tortugueras
Analiza el
texto con la Guía de lectura:
¿Cuál es la
moraleja del cuento¿
Selecciona
del cuento los adjetivos:
1_____________________ 2________________________ 3_____________________
4_____________________
5________________________ 6______________________
Si estudiamos
nos espera un mejor futuro
domingo, 23 de octubre de 2016
LO QUE QUEREMOS SABER SOBRE EL PANEL COMO TECNICA PARA EL APRENDIZAJE
EL PANEL
Formato básico de un panel
Un panel suele tener de tres a cinco miembros; en todo
caso, siete es el número máximo aceptable en un panel de expertos para que la
reunión sea operativa. La duración estimada es de una o dos horas, con 10 ó 15
minutos dedicados a la presentación de cada ilustre. Después de la
presentación, un secretario expone las diferentes ponencias en pocos minutos.
En este salón un equipo de expertos discute un tema en forma de diálogo o
conversación ante el grupo.
Como en el caso del panel de discusión y el Simposio, en
el panel se reúnen varias personas para exponer sus ideas sobre un determinado
tema ante un auditorio. La diferencia, consiste en que en el panel dichos
expertos no "exponen", no "hacen uso de la palabra", no
actúan como "oradores", sino que dialogan y conversan, debaten entre
sí el tema propuesto, desde sus particulares puntos de vista y especialización,
pues cada uno es experto en una parte del tema general.
PREPARACIÓN DEL PANEL
El equipo o persona que necesita consultar sobre un tema,
define el asunto a tratar, selecciona a los participantes del panel y al
moderador. Todos los participantes deben ser expertos sobre el tema. El público
es quien realiza las preguntas a los expertos sobre el tema tratado.
En el panel, la conversación es básicamente normal, pero con todo, debe seguir un desarrollo coherente, razonado, objetivo, sin derivar en disposiciones ajenas o alejadas del tema, ni en apreciaciones demasiado personales. Los integrantes del panel tratan de desarrollar a través de la conversación todos los aspectos posibles del tema, para que el auditorio obtenga así una visión relativamente completa acerca del mismo.
Un coordinador o moderador cumple la función de presentar
a los miembros del panel ante el auditorio, ordenar la conversación, intercalar
algunas preguntas aclaratorias, controlar el tiempo, etc.
Cuando finaliza el panel, la conversación o debate del
tema puede pasar al auditorio, sin que sea requisito la presencia de los
miembros del panel. El coordinador puede seguir conduciendo esta segunda parte
de la actividad grupal, que se habrá convertido en un "Foro". La
informalidad, la espontaneidad y el dinamismo son características de esta
técnica de grupo, rasgos por cierto bien aceptados generalmente por todos los
auditorios.
Estructura
Dialogal
- Un moderador que:
- Anuncia
el tema y el problema en forma concreta.
- Determina
el tiempo de la discusión y el de la realización de las preguntas.
- Debe
permanecer neutral a la informacion o ideas
- Mantiene
activa la discusión. Un secretario relator.
- Resume
los aspectos más importantes del tema expuesto.
- Los expertos
o panelistas, de cuatro a seis especialistas en el tema, que desean
participar como consultores de un determinado órgano.
- Cada
panelista explica su punto de vista referente al tema a tratar.
- Deben
de conocer bien el tema para que la discusión beneficie al público
- Desarrollan
un intercambio recíproco de ideas formulando preguntas.
OBSERVA LOS VIDEOS DE LOS ENLACES
Enlace de youtubeEnlace 2
EJEMPLO 1 EJEMPLO 2
miércoles, 12 de octubre de 2016
GUÍA DE LECTURA
GUIA DE LECTURA COMPRENSIVA
Lee el siguiente cuento del Profesor Juan Bosch luego analízalo con la guía:1—Nombre del libro
2—Autor del libro
3— ¿De qué trata la lectura o su argumento?
4--¿Dónde se desarrolla la trama?
5--?A que género literario pertenece? ? Porque?
6--? En que tiempo se da la narrativa?
7—Busca en el diccionario las palabras desconocidas:
8--? Que tipo de texto es y porque? TIPO
9--¿Cómo es la obra, fantástica o realista?
10--¿En qué persona gramatical es relatado el texto?
11--¿En qué ambiente se da el relato?
12--¿Cuantos párrafos contiene la obra?
13--¿Cuáles son los personajes secundarios y principal?
14--¿De cuantas paginas cuenta la obra?
15--¿Que opinión te merece el relato?
16—Biografía del autor:
17--¿Cómo puedo relacionar el relato con la vida cotidiana (moraleja)?
18--Resumen
Dos pesos de agua
[Cuento - Texto completo.]
La vieja Remigia sujeta el aparejo, alza la pequeña cara y dice:
-Dele ese rial fuerte a las ánimas pa que llueva, Felipa.
Felipa fuma y calla. Al cabo de tanto oír lamentar la sequía levanta los ojos y recorre el cielo con ellos. Claro, amplio y alto, el cielo se muestra sin una mancha. Es de una limpieza desesperante.
-Y no se ve nadita de nubes -comenta.
Baja entonces la mirada. Los terrenos pardos se agrietan a la distancia. Allá, al pie de la loma, un bohío. La gente que vive en él, y en los otros, y en los más remotos, estará pensando como ella y como la vieja Remigia. ¡Nada de lluvia en una sarta bien larga de meses! Los hombres prenden fuego a los pinos de las lomas; el resplandor de los candelazos chamusca las escasas hojas de los maizales; algunas chispas vuelan como pájaros, dejando estelas luminosas, caen y florecen en incendios enormes: todo para que ascienda el humo a los cielos, para que llueva… Y nada. Nada.
-Nos vamos a acabar, Remigia -dice.
La vieja comenta:
-Pa lo que nos falta.
La sequía había empezado matando la primera cosecha; cuando se hubo hecho larga y le sacó todo el jugo a la tierra, les cayó encima a los arroyos; poco a poco los cauces le fueron quedando anchos al agua, las piedras surgieron cubiertas de lama y los pececillos emigraron corriente abajo. Infinidad de caños acabaron por agotarse, otros por tornarse lagunas, otros lodazales.
Sedientos y desesperados, muchos hombres abandonaron los conucos, aparejaron caballos y se fueron con las familias en busca de lugares menos áridos.
La vieja Remigia se resistía a salir. Algún día caería el agua; alguna tarde se cargaría el cielo de nubes; alguna noche rompería el canto del aguacero sobre el ardido techo de yaguas. Algún día…
***
Desde que se quedó con el nieto, después que se llevaron al hijo en una parihuela, la vieja Remigia se hizo huraña y guardadora. Pieza a pieza fue juntando sus centavos en una higera con ceniza. Los centavos eran de cobre. Trabajaba en el conuquito, detrás de la casa, sembrando maíz y frijoles. El maíz lo usaba en engordar los pollos y los cerdos; los frijoles servían para la comida. Cada dos o tres meses reunía los pollos más gordos y se iba a venderlos. Cuando veía un cerdo mantecoso, lo mataba; ella misma detallaba la carne y de las capas extraía la grasa; con ésta y con los chicharrones se iba también al pueblo. Cerraba el bohío, le encarbaba a un vecino que le cuidara lo suyo, montaba el nieto en el potro bayo y lo seguía a pie. En la noche estaba de vuelta.
Iba tejiendo su vida así, con el nieto colgado en el corazón.
-Pa ti trabajo, muchacho -le decía-. No quiero que pases calores, ni que te vayas a malograr, como tu taita.
El niño la miraba. Nunca se le oía hablar, y aunque apenas alzaba una vara del suelo, madrugaba con su machete bajo el brazo y el sol le salía sobre la espalda, limpiando el conuco.
La vieja Remigia tenía sus esperanzas. Veía crecer el maíz, veía florecer los frijoles; oía el gruñido de sus puercos en la pocilga cercana; contaba las gallinas al anochecer, cuando subían a los palos. Entre días descolgaba la higera y sacaba los cobres. Había muchos, llegó también a haber monedas de plata de todos tamaños.
Con un temblor de novia en la mano, Remigia acariciaba su dinero y soñaba. Veía al muchacho en tiempo de casarse, bien montado en brioso caballo alazano, o se lo figuraba tras un mostrador, despachando botellas de ron, varas de lienzo, libras de azúcar. Sonreía, tornaba a guardar su dinero, guindaba la higera y se acercaba al nieto, que dormía tranquilo.
Todo iba bien, bien. Pero sin saberse cuándo ni cómo se presentó aquella sequía. Pasó un mes sin llover, pasaron dos, pasaron tres. Los hombres que cruzaban por delante de su bohío la saludaban diciendo:
-Tiempo bravo, Remigia.
Ella aprobaba en silencio. Acaso comentaba:
-Prendiendo velas a las ánimas pasa esto.
Pero no llovía. Se consumieron muchas velas y se consumió también el maíz en sus tallos. Se oían crujir los palos; se veían enflaquecer los caños de agua; en la pocilga empezó a endurecerse la tierra. A veces se cargaba el cielo de nubes; allá arriba se apelotonaban manchas grises; bajaban de las lomas vientos húmedos, que alzaban montones de polvo…
-Esta noche sí llueve, Remigia -aseguraban los hombres que cruzaban.
-¡Por fin! Va a ser hoy -decía una mujer.
-Ya está casi cayendo -confiaba un negro.
La vieja Remigia se acostaba y rezaba: ofrecía más velas a las ánimas y esperaba. A veces le parecía sentir el roncar de la lluvia que descendía de las altas lomas. Se dormía esperanzada; pero el cielo amanecía limpio como ropa de matrimonio.
Comenzó la desesperación. La gente estaba ya transida y la propia tierra quemaba como si despidiera llamas. Todos los arroyos cercanos habían desaparecido; toda la vegetación de las lomas había sido quemada. No se conseguía comida para los cerdos; los asnos se alejaban en busca de mayas; las reses se perdían en los recodos, lamiendo raíces de árboles; los muchachos iban a distancias de medio día a buscar latas de agua; las gallinas se perdían en los montes, en procura de insectos y semillas.
-Se acaba esto, Remigia. Se acaba -lamentaban las viejas.
Un día, con la fresca del amanecer, pasó Rosendo con la mujer, los dos hijos, la vaca, el perro y un mulo flaco cargado de trastos.
-Yo no aguanto, Remigia; a este lugar le han hecho mal de ojo.
Remigia entró en el bohío, buscó dos monedas de cobre y volvió.
-Tenga; préndamele esto de velas a las ánimas en mi nombre -recomendó.
Rosendo cogió los cobres, los miró, alzó la cabeza y se cansó de ver cielo azul.
-Cuando quiera, váyase a Tavera. Nosotros vamos a parar un rancho allá, y dende agora es suyo.
-Yo me quedo, Rosendo. Esto no puede durar.
Rosendo volvió el rostro. Su mujer y sus hijos se perdían ya en la distancia. El sol parecía incendiar las lomas remotas.
***
El muchacho se había puesto tan oscuro como un negro. Un día se le acercó:
-Mamá, uno de los puerquitos parece muerto.
Remigia se fue a la pocilga. Anhelantes, resecas las trompas, flacos como alambres, los cerdos gruñían y chillaban. Estaban apelotonados, y cuando Remigia los espantó vio restos de un animal. Comprendió: el muerto había alimentado a los vivos. Entonces decidió ir ella misma en busca de agua para que sus animales resistieran.
Echaba por delante el potro bayo; salía de madrugada y retornaba a medio día. Incansable, tenaz, silenciosa, Remigia se mantenía sin una queja. Ya sentía menos peso en la higuera; pero había que seguir sacrificando algo para que las ánimas tuvieran piedad. El camino hasta el arroyo más cercano era largo; ella lo hacía a pie, para no cansar la bestia. El potro bayo tenía las ancas cortantes, el pescuezo flaco, y a veces se le oían chocar los huesos.
El éxodo seguía. Cada día se cerraba un nuevo bohío. Ya la tierra parda se resquebrajaba; ya sólo los espinosos cambronales se sostenían verdes. En cada viaje el agua del arroyo era más escasa. A la semana había tanto lodo como agua; a las dos semanas el cauce era como un viejo camino pedregoso, donde refulgía el sol. La bestia, desesperada, buscaba donde ramonear y batía el rabo para espantar las moscas.
Remigia no había perdido la fe. Esperaba las señales de lluvia en el alto cielo.
-¡Ánimas del Purgatorio! -clamaba de rodillas-. ¡Ánimas del Purgatorio! ¡Nos vamos a morir achicharrados si ustedes no nos ayudan!
Días más tarde el potro bayo amaneció tristón e incapaz de levantarse; esa misma tarde el nieto se tendió en el catre, ardiendo en fiebre. Remigia se echó afuera. Anduvo y anduvo, llamando en los distantes bohíos, levantando los espíritus.
-Vamos a hacerle un rosario a San Isidro -decía.
-Vamos a hacerle un rosario a San Isidro -repetía.
Salieron una madrugada de domingo. Ella llevaba el niño en brazos. La cabeza del muchacho, cargada de calenturas, pendía como un bulto del hombro de su abuela. Quince o veinte mujeres, hombres y niños desharrapados, curtidos por el sol, entonaban cánticos tristes, recorriendo los pelados caminos. Llevaban una imagen de la Altagracia; le encendían velas; se arrodillaban y elevaban ruegos a Dios. Un viejo flaco, barbudo, de ojos ardientes y acerados, con el pecho desnudo, iba delante golpeándose el esternón con la mano descarnada, mirando a lo alto y clamando:
¡San Isidro Labrador!
¡San Isidro Labrador!
Trae el agua y quita el sol,
¡San Isidro Labrador!
Sonaba ronca la voz del viejo. Detrás, las mujeres plañían y alzaban los brazos.
***
Ya se habían ido todos. Pasó Rosendo, pasó Toribio con una hija medio loca; pasó Felipe; pasaron unos y otros. Ella les dio a todos para las velas. Pasaron los últimos, una gente a quienes no conocía; llevaban un viejo enfermo y no podían con su tristeza; ella les dio para las velas.
Se podía tender la vista sin tropiezos y ver desde la puerta del bohío el calcinado paisaje con las lomas peladas al final; se podían ver los cauces secos de los arroyos.
Ya nadie esperaba lluvia. Antes de irse los viejos juraban que Dios había castigado el lugar y los jóvenes que tenía mal de ojo.
Remigia esperaba. Recogía escasas gotas de agua. Sabía que había que empezar de nuevo, porque ya casi nada quedaba en la higuera, y el conuco estaba pelado como un camino real. Polvo y sol; sol y polvo. La maldición de Dios, por la maldad de los hombres, se había realizado allí; pero la maldición de Dios no podía acabar con la fe de Remigia.
***
En su rincón del Purgatorio, las ánimas, metidas de cintura abajo entre las llamas voraces, repasaban cuentas. Vivían consumidas por el fuego, purificándose; y, como burla sangrienta, tenían potestad para desatar la lluvia y llevar el agua a la tierra. Una de ellas, barbuda, dijo:
-¡Caramba! ¡La vieja Remigia, de Paso Hondo, ha quemado ya dos pesos de velas pidiendo agua!
Las compañeras saltaron vociferando:
-¡Dos pesos, dos pesos!
Alguna preguntó:
-¿Por qué no se le ha atendido, como es costumbre?
-¡Hay que atenderla! -rugió una de ojos impetuosos.
-¡Hay que atenderla! -gritaron las otras.
Se corría la voz, se repetían el mandato:
-¡Hay que mandar agua a Paso Hondo! ¡Dos pesos de agua!
-¡Dos pesos de agua a Paso Hondo!
-¡Dos pesos de agua a Paso Hondo!
Todas estaban impresionadas, casi fuera de sí, porque nunca llegó una entrega de agua a tal cantidad; ni siquiera a la mitad, ni aun a la tercera parte. Servían una noche de lluvia por dos centavos de velas, y cierta vez enviaron un diluvio entero por veinte centavos.
-¡Dos pesos de agua a Paso Hondo! -rugían.
Y todas las ánimas del Purgatorio se escandalizaban pensando en el agua que había que derramar por tanto dinero, mientras ellas ardían metidas en el fuego eterno, esperando que la suprema gracia de Dios las llamara a su lado.
***
Abajo, en Paso Hondo, se nubló el cielo. Muy de mañana Remigia miró hacia oriente y vio una nube negra y fina, tan negra como una cinta de luto y tan fina como la rabiza de un fuete. Una hora después inmensas lomas de nubes grises se apelotonaron, empujándose, avanzando, ascendiendo. Dos horas más tarde estaba oscuro como si fuera de noche.
Llena de miedo, con el temor de que se deshiciera tanta ventura, Remigia callaba y miraba. El nieto seguía en el catre, calenturiento. Estaba flaco, igual que un sonajero de huesos. Los ojos parecían salirle de cuevas.
Arriba estalló un trueno. Remigia corrió a la puerta. Avanzando como caballería rabiosa, un frente de lluvia venía de las lomas sobre el bohío. Ella sonrió de manera inconsciente; se sujetó las mejillas, abrió desmesuradamente los ojos. ¡Ya estaba lloviendo!
Rauda, pesada, cantando broncas canciones, la lluvia llegó hasta el camino real, resonó en el techo de yaguas, saltó el bohío, empezó a caer en el conuco. Sintiéndose arder, Remigia corrió a la puerta del patio y vio descender, apretados, los hilos gruesos del agua; vio la tierra adormecerse y despedir un vaho espeso. Se tiró afuera, rabiosa.
-¡Yo sabía, yo lo sabía, yo lo sabía! -gritaba a voz en cuello.
-¡Lloviendo, lloviendo! -clamaba con los brazos tendidos hacia el cielo-. ¡Yo lo sabía!
De pronto penetró en la casa, tomó al niño, lo apretó contra su pecho, lo alzó, lo mostró a la lluvia.
-¡Bebe, muchacho; bebe, hijo mío! ¡Mira agua, mira agua!
Y sacudía al nieto, lo estrujaba; parecía querer meterle dentro el espíritu fresco y disperso del agua.
***
Mientras afuera bramaba el temporal, soñaba adentro Remigia.
-Ahora -se decía-, en cuanto la tierra se ablande, siembro batata, arroz tresmesino, frijoles y maíz. Todavía me quedan unos cuartitos con que comprar semillas. El muchacho se va a sanar. ¡Lástima que la gente se haya ido! Quisiera verle la cara a Toribio, a ver qué pensaría de este aguacero. Tantas rogaciones, y sólo me van a aprovechar a mí. Quizá vengan agora, cuando sepan que ya pasó el mal de ojo.
El nieto dormía tranquilo. En Paso Hondo, por los secos cauces de los arroyos y los ríos, empezaba a rodar agua sucia; todavía era escasa y se estancaba en las piedras. De las lomas bajaba roja, cargada de barro; de los cielos descendía pesada y rauda. El techo de yaguas se desmigajaba con los golpes múltiples del aguacero. Remigia se adormecía y veía su conuco lleno de plantas verdes, lozanas, batidas por la brisa fresca; veía los rincones llenos de dorado maíz, de arroz, frijoles, de batatas henchidas. El sueño le tornaba pesada la cabeza.
Y afuera seguía bramando la lluvia incansable.
***
Pasó una semana; pasaron diez días, quince… Zumbaba el aguacero sin una hora de tregua. Se acabaron el arroz y la manteca; se acabó la sal. Bajo el agua tomó Remigia el camino de Las Cruces para comprar comida. Salió de mañana y retornó a media noche. Los ríos, los caños de agua y hasta las lagunas se adueñaban del mundo, borraban los caminos, se metían lentamente entre los conucos. Una tarde pasó un hombre. Montaba mulo pesado.
-¡Ey, don! -llamó Remigia.
El hombre metió la cabeza del animal por la puerta.
-Bájese pa que se caliente -invitó ella.
La montura se quedó a la intemperie.
-El cielo se ta cayendo en agua -explicó él al rato. -Yo como usté dejaba este sitio tan bajito y me diba pa las lomas.
-¿Yo dirme? No, hijo. Horita pasa este tiempo.
-Vea -se extendió el visitante-, esto es una niega. Yo las he visto tremendas, con el agua llevándose animales, bohíos, matas y gente. Horita se crecen todos los caños que yo he dejado atrás, contimás que ta lloviéndoles duro en las cabezadas.
-Jum… Peor que esto fue la seca, don. Todo el mundo le salió huyendo, y yo la aguanté.
-La seca no mata, pero el agua ahoga, doña. Todo eso -y señaló lo que él había dejado a la puerta- ta anegado. Como tres horas tuve esta mañana sin salir de un agua que me le daba en la barriga al mulo.
El hombre hablaba con voz pausada, y sus ojos grises, atemorizados, vigilaban el incesante caer de la lluvia.
Al anochecer se fue. Mucho le rogó Remigia que no cogiera el camino con la oscuridad.
-Dispué es peor, doña. Van esos ríos y se botan…
Remigia se fue a atender al nieto, que se quejaba débilmente.
***
Tuvo razón el hombre. ¡Qué noche, Dios! Se oía un rugir sordo e inquietante; se oían retumbar los truenos; penetraban los reflejos de los relámpagos por las múltiples rendijas.
El agua sucia entró por los quicios y empezó a esparcirse en el suelo. Bravo era el viento en la distancia, y a ratos parecía arrancar árboles. Remigia abrió la puerta. Un relámpago lejano alumbró el sitio de Paso Hondo. ¡Agua y agua! Agua aquí, allá, más lejos, entre los troncos escasos, en los lugares pelados. Debía descender de las lomas y en el camino real se formaba un río torrentoso.
-¿Será una niega? -se preguntó Remigia, dudando por vez primera.
Pero cerró la puerta y entró. Ella tenía fe; una fe inagotable, más que lo que había sido la sequía, más que lo sería la lluvia. Por dentro, su bohío estaba tan mojado como por fuera. El muchacho se encogía en el catre, rehuyendo las goteras.
A medianoche la despertó un golpe en una esquina de la vivienda. Se fue a levantar, pero sintió agua hasta casi las rodillas. Bramaba afuera el viento. El agua batía contra los setos del bohío.
¡Ay de la noche horrible, de la noche anegada! Venía el agua en golpes; venía y todo lo cundía, todo lo ahogaba. Restalló otro relámpago, y el trueno desgajó pedazos de oscuro cielo.
Remigia sintió miedo.
-¡Virgen Santísima! -clamó-. ¡Virgen Santísima, ayúdame!
Pero no era negocio de la Virgen, ni de Dios, sino de las ánimas, que allá arriba gritaban:
-¡Ya va medio peso de agua! ¡Ya va medio peso!
***
Cuando sintió el bohío torcerse por los torrentes, Remigia desistió de esperar y levantó al nieto. Se lo pegó al pecho; lo apretó, febril; luchó con el agua que le impedía caminar; empujó, como pudo, la puerta y se echó afuera. A la cintura llevaba el agua; y caminaba, caminaba. No sabía adónde iba. El terrible viento le destrenzaba el cabello, los relámpagos verdeaban en la distancia. El agua crecía, crecía. Levantó más al nieto. Después tropezó y tornó a pararse. Seguía sujetando al niño y gritando:
-¡Virgen Santísima, Virgen Santísima!
Se llevaba el viento su voz y la esparcía sobre la gran llanura líquida.
-¡Virgen Santísima, Virgen Santísima!
Su falda flotaba. Ella rodaba, rodaba. Sintió que algo le sujetaba el cabello, que le amarraban la cabeza. Pensó:
-En cuanto esto pase siembro batata.
Veía el maíz metido bajo el agua sucia. Hincaba las uñas en el pecho del nieto.
-¡Virgen Santísima!
Seguía ululando el viento, y el trueno rompía los cielos. Se le quedó el cabello enredado en un tronco espinoso. El agua corría hacia abajo, hacia abajo, arrastrando bohíos y troncos. Las ánimas gritaban, enloquecidas:
-¡Todavía falta; todavía falta! ¡Son dos pesos, dos pesos de agua! ¡Son dos pesos de agua!
lunes, 19 de septiembre de 2016
COMO ELABORAR UN BUEN RESUMEN
ESTE ES EL ENLACE
http://www.educando.edu.do/portal/como-ensenar-a-los-ninos-hacer-un-buen-resumen/
TODA LA INFORMACION REQUERIDA ESTA EN EL ENLACE
viernes, 16 de septiembre de 2016
GRUPOS DE ESTUDIANTES, EN SUPERACION
miércoles, 14 de septiembre de 2016
SUGERENCIAS DE LIBROS PARA LEER
C ATEGORÍA B
(Primero de secundaria)
No. TÍTULO DE LA OBRA AUTOR
2. Arriba el
pabellón Gastón F. Deligne
3. El Cristo de
la libertad Joaquín Balaguer
4. El Lazarillo
de Tormes Anónimo
5. El príncipe y
el mendigo Mark Twain
6. La fe en el
porvenir Salomé Ureña
7. La muerte del
padre Canales César Nicolás Penson
8. La mujer Juan
Bosch
9. Miguel
Strogoff Julio Verne
10. Un día
cualquiera Virgilio Díaz Grullón
11. Un niño Juan
Bosch
12. Las
discípulas de Salomé Ureña Compilado por Julio Jaime Julia
13. Las
dictaduras dominicanas Juan Bosch
14. Soy el agua
Jean Marzollo
15. Riquezas
dominicanas Geraldino González
16. La
independencia ilustrada Nelson Marte
17. Juan Criollo
y otras antología Victor Villegas
18. El masacre se
pasa a pie Freddy Prestol Castillo
19. La abuela
Sisa Nancy Bedón
20. Los seis
ciegos y el elefante Karen Backstein
21. Adivinanza de
animales Gloria Sánchez
22. Hay un país
en el mundo Pedro Mir
23. Enriquillo
Manuel de Jesús Galván
24. Dominicanidad
de Pedro Henrique Ureña Emilio Rodríguez Demorizzi
25. Versos y
Prosas para niños Juan ramón Jiménez
26. Veinte poemas
de amor y una canción
desesperada
Pablo Neruda
27. Por el mar de
las Antillas anda un barco de papel Nicolás Guillén
28. La gallina de
los huevos de oro Colección Fabulandia
29. El árbol de
los pájaros Cándido Bidó
30. La cabaña del tío Tom Harriet Beecher Stowe
31. La tortuga
gigante y otros cuentos de la selva Horacio Quiroga
32. Juan Pablo
Duarte: el padre de la patria Susaeta
331. Ahora que
vuelvo, Tom René del Risco B.
. Nuevo Himno
Nacional Emilio Prud´homme y José Reyes
34. Hostos para
estudiantes Félix García Carrasco
martes, 13 de septiembre de 2016
ANIMATE, INICIA YA!!!!!!
Como
elaborar una Entrevista
Los periódicos y todo tipo de
revistas dedican muchas páginas a ofrecer a sus lectores entrevistas con
personajes que consideran relevantes. Una entrevista permite al lector un
aparente acercamiento al entrevistado y un conocimiento de aspectos sobre
personajes que le resultan interesantes, admirados o queridos. Para elaborar
una entrevista hay que seguir una serie de pasos: Seleccionar el tema, elegir
la persona a entrevistar y contactar con ella. Leer todo lo que se pueda sobre
él e ir elaborando una serie de preguntas claves que constituirán el armazón de
la entrevista y encaminarán el diálogo. Construir un cuestionario planificado,
organizado y coherente que incluirá también otras preguntas que habrán surgido
de forma espontánea a partir de las anteriores, pero que suelen ser muy
interesantes porque permiten satisfacer incógnitas concretas y descubrir
aspectos poco conocidos del personaje.
Realizar la entrevista, durante el
desarrollo de la misma el periodista toma notas directamente y con una
grabadora registra la conversación para poder repasarla y asegurarse que no
pierde nada de información. Redactar la entrevista. La técnica de redacción de
la entrevista consiste en alternar las palabras textuales del entrevistado con
descripciones o consideraciones del periodista. Esa combinación permite que el
lector pueda penetrar en la psicología del personaje. La entrevista debe
transcurrir para el entrevistado como una grata conversación. Para el
periodista que realiza una entrevista es fundamental crear un ambiente
agradable, un clima de conversación que ayude al entrevistado a contestar las
preguntas y a mostrarse tal y como es en realidad. Para ello se recomienda que
antes de iniciar la entrevista se sostenga una conversación informal con el
personaje. Lo habitual es que el entrevistador tenga que ir a algún lugar a
hablar cara a cara con el entrevistado. En algunos casos el entrevistador no se
desplaza sino que llama por teléfono para realizar la entrevista, o bien envía
el cuestionario por correo postal, electrónico o fax al entrevistado. Las
entrevistas suelen ir acompañadas de fotografías del personaje. 1. Preparación
de la entrevista • Elige un tema de
interés para ti y para tu público. • Escoge un personaje relacion...
Fuente Entrevista
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DE LA ENTREVISTA,
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Vamos para la Feria del Libro
La XIX Feria Internacional del Libro Santo Domingo (FILSD-2016) contará
este año con la participación de 31 escritores nacionales e internacionales
quienes evaluarán los aportes literarios en una serie de siete coloquios
literario de los escritores Pedro Peix, Ferdinand de Saussure, Salomé Ureña,
Miguel de Cervantes, Rubén Darío.
Además se realizarán coloquios sobre Matías Ramón Mella y de la Primera
Intervención Estadounidense en República Dominicana 1916-1924.
Las disertaciones durante la puesta literaria iniciarán el 20 de
septiembre, en la Sala Aida Bonnelly de Díaz del Teatro Nacional Eduardo Brito,
de 4:00 a 6:00 de la tarde con el debate de Pedro Peix y culminarán el 30 de
septiembre con el debate sobre la obra literaria de “Rubén Dario: a un siglo de
su muerte” a realizarse en el Pabe
Escritores extranjeros invitados
El escritor uruguayo Rafael Courtoisie es un poeta, narrador y ensayista
que está considerado por los críticos internacionales como uno de los mejores
exponentes de las letras en América. En 2014 ganó el premio Casa de
América de Poesía Americana.
De su lado, el escritor Danilo Manera es profesor de Literatura Española
Contemporánea en la Universidad de Milán, narrador, traductor de varios
idiomas, ensayista, crítico literario, asesor de editoriales, periodista
cultural y de viaje. Es uno de los promotores más activos de la literatura
dominicana en el exterior.
miércoles, 7 de septiembre de 2016
LA CARTA DE SOLICITUD DE PERMISO
domingo, 4 de septiembre de 2016
TODOS ME DICEN QUE TENGO QUE ESTUDIAR!!!!!
¿Por qué estudiar?
A todos nos dicen que es importante estudiar,
¿pero por qué? Hay muchas razones en realidad... todas relacionadas:
+ Es importante porque quien estudia adquiere
conocimientos.
+ Es importante porque el conocimiento es lo único
que puede ayudarte a desarrollar tus
capacidades completamente.
+ Es importante porque lo que sabes te ayudará a
protegerte en caso de peligro.
+ Es importante porque quienes estudian mantienen
sus cerebros funcionando sanamente, y sus cuerpos sanos también como consecuencia
de eso.
+ Es importante porque saber cosas y entender las
razones por las que son o suceden así es lo que te permite cuestionarlas y
traer progreso a toda la humanidad.
Pero la razón que más aprecio es esta:
+ Es importante porque la consecuencia de no
estudiar es la ignorancia, y los ignorantes son víctimas fáciles de la
manipulación personal y social.
Quien estudian alcanzan un nivel más alto de
bienestar y logran ingresos más altos que quienes no.
Los niños y niñas que estudian es más fácil alejarse
de actividades inapropiadas y malas compañías
Así que manos a
la obra, a estudiar para tener un mejor porvenir.
domingo, 21 de agosto de 2016
Algunas técnicas simples para realizar en casa tareas escolares
?Que debo hacer ?
Crea un área de estudios cómoda. La
mejor manera de hacer la tarea será en un espacio silencioso sin distracciones,
donde podrás pasar el tiempo que necesites para hacerla con comodidad. Ya sea
en casa o en algún otro lugar, necesitarás un espacio tranquilo para que hagas
bien la tarea.
En casa: un escritorio en tu
dormitorio es lo más recomendable, porque podrás cerrar la puerta y eliminar
cualquier distracción. Sin embargo, para otros estudiantes será ideal para
distraerse, porque tendrán quizá videojuegos, una computadora, una guitarra y
todo tipo de distracciones. Quizá sea mejor sentarse en la mesa de la cocina o
de la sala, donde tu mamá te pueda llamar si la dejas para después. La harás
más rápidamente cuando estés alejado de la tentación de distraerte.
Trata de variar. Estudiar en el mismo lugar demasiado seguido podría dificultar el trabajo. Algunos estudios han demostrado que variar el ambiente haría que la mente sea más activa, pues estaría procesando información nueva. Podrás variar tu rutina y recordar lo que hayas aprendido con mayor efectividad
Escoge los trabajos más importantes para hacerlos. Al final del día escolar, cuando estés preparándote para empezar tu
tarea, trata de determinar qué trabajos son los más importantes y ponlos en el
orden apropiado para tener el tiempo suficiente para hacer todos los que tengas
que hacer. Sobre todo será importante si tienes muchas tareas o algunas que, si
bien no tendrás que entregarlas al día siguiente, necesitarás varios días para
terminar. Tendrás que dividir tu tiempo apropiadamente, además un paso
importante deberá ser priorizar.
Trata de empezar con la tarea más difícil. Comienza con la tarea más desafiante para que tengas el mayor tiempo para
terminarla, luego pasa a las más fáciles para que las termines más rápidamente.
Trata de empezar con la tarea más urgente. Tú prioridad deberá ser hacer la tarea que tengas que entregar el día
siguiente.
Haz un horario. Las horas del día son limitadas.
Reserva una cantidad específica de tiempo para dedicarte a hacer cada trabajo
de la escuela, según el tiempo que creas que te tome cada uno y según el tiempo
que tengas en la noche. Date el tiempo suficiente para terminar cada trabajo y
hacer otros deberes en la noche.
Programa
un descanso de 10 minutos por cada 50 minutos de tiempo de trabajo. Será
importante tomar descansos para que tu mente pueda descansar, sino no
trabajarás de manera tan efectiva
Asegúrate de tener todo lo necesario antes de empezar. Ir a buscar una regla o un transportador en medio de la
tarea de geometría será una distracción, además podría ser difícil regresar
luego de hacer una búsqueda de media hora. Si lo has planificado todo con
eficiencia, deberás saber exactamente lo que necesitarás para terminar el
trabajo y podrás organizar todo lo que necesites en tu área de estudios.
Cuando entres a tu espacio y
empieces a trabajar, procura no salir hasta que sea la hora del descanso
programado. Si quieres beber algo, tráelo antes de arrancar. Ve al baño y
asegúrate de poder trabajar el periodo de tiempo antes del siguiente descanso
sin interrupciones.
Elimina la mayor cantidad posible de distracciones. Guarda tu teléfono, aléjate de la computadora y haz que
tu ambiente sea lo más silencioso posible. Darle toda tu atención a la tarea en
realidad hará que sea más fácil hacerla, porque tu mente no estará pensando en
tareas distintas al mismo tiempo.
Es muy habitual que los estudiantes
traten de hacer varias actividades a la vez: vean televisión o escuchen la
radio, sigan chateando en Facebook mientras tratan de hacer la tarea. Será
mucho más divertido hacer todo eso después de terminar los deberes, además si
te centras en hacer solamente la tarea, te tomará la mitad de tiempo.
Sumérgete de nuevo después de los
descansos. No dejes que los descansos se vuelvan cada vez más largos, porque
podría ser difícil regresar a trabajar después de tomar uno, pero trata de
tener el fin en la mira y trabaja duro hasta que llegues.
Los primeros quince minutos
después de un descanso serán los más efectivos, porque tu mente estará
despejada y lista para trabajar. Anímate y vuelve a sumergirte en los deberes
renovado y listo.
Empieza a hacer tu tarea ahora. Será
mucho más fácil inventar muchas razones para hacer otras cosas y no hacer la
tarea. Pero si normalmente te cuesta terminar y encontrar el tiempo para
terminarla, quizá sea culpa de tu costumbre de dejar todo para después.
¿En serio necesitas ver una hora
de televisión después de la escuela para relajarte? Podría ser más fácil
lanzarte a hacer tu tarea y terminarla mientras tus habilidades siguen estando
frescas. Esperar un par de horas implica tener que revisar tus notas y tratar
de volver al mismo punto en el que ya estabas. Haz tus tareas mientras esta está
fresca en tu mente.
viernes, 29 de abril de 2016
Bienvenidos a mi nuevo blogs
Gracias a todos por haber seguido este blog para estar informados de algunos contenidos que son de suma importancia para los y las estudiantes
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